Desconozco si la tendencia del blazer a cuadros sobrevivirá a la primavera, pero, trendy o no, pretendo seguir usándolo como si no hubiera mañana porque a) Invertí en él. b) Es tan versátil que logra darle un aire pulido a mi ropa de gimnasio, en la que prácticamente he vivido durante estos días.
La verdad me contenta haber encontrado finalmente una actividad física que me gusta (en honor a la verdad, nunca había intentado alguna otra), y, aunque puede que el barre parezca delicado e inofensivo, créanme cuando les digo que requiere de mucha resistencia, tanto física como mental. Al tiempo que escribo esto me debato entre ir a clase o no. Mis músculos adoloridos dicen hell no!
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