ELIGE
- Para el área debajo de los ojos, elige hasta dos tonos más claros que tu base.
- Para cubrir rojeces y otras imperfecciones busca un tono igual al de la base.
LA TÉCNICA CORRECTA
- Hay quién prefiere aplicarlo primero, pero si como yo, no eres ninguna experta, lo más seguro es que al aplicar la base te lleves el corrector y termines arruinándolo todo, así que mi consejo es comenzar siempre por la base para emparejar el tono, y luego corregir de forma más precisa las áreas que realmente lo necesiten.
- Usa tu dedo anular para difuminar: al ser más débil ejerce menos presión sobre la piel evitando arrugas prematuras. Otra opción es utilizar una esponja o brocha de cerdas suaves.
- La popular técnica del triángulo invertido ilumina la zona de la ojera y ayuda a levantar visualmente la expresión; sólo asegúrate de extender el producto hasta el comienzo de las mejillas, de manera que al difuminar el efecto sea más natural. Aplica también en las esquinas internas de los ojos ya que éstas suelen ser oscuras.
CORREGIR VS. ILUMINAR
Las fórmulas ligeras son recomendables para iluminar, pero es importante corregir apropiadamente primero: utiliza un corrector cremoso para cubrir antes, y luego el ligero por encima. Trabaja siempre en capas delgadas.
EVITA LOS PARCHES
- Hidrata tu rostro y contorno de ojos un par de minutos antes de maquillarte.
- Si ya es demasiado tarde y tu corrector se craqueló, soluciónalo “empujando” el producto delicadamente sobre la piel con tu dedo o una brocha. Aplica una pequeña cantidad de crema o contorno de ojos según sea el caso y sella con polvo translúcido.
EXTRAS
- Extiende el primer hacia la zona de la ojera para que el corrector dure más tiempo. Las fórmulas matificantes resaltan la resequedad, así que evítalas.
- No apliques corrector en la línea de las pestañas inferiores, esto sólo hará que se noten más las marcas de expresión.
- Para corregir el acné sin agravar el problema, busca un corrector libre de aceites. Limpia la parte superior del mismo utilizando papel higiénico para evitar que proliferen bacterias.