Un mini vestido amarillo y bodycon de recortes triangulares de la Primavera 2010 de Versace marcó el comienzo de mi pasión por la moda. Sin embargo, con el tiempo fui perdiendo interés en la marca por su tendencia a la hipersexualización y a lo repetitivo.
Pero los tiempos han cambiado y Versace ha sabido adaptarse para atender el deseo de la mujer contemporánea: vestirse para sí misma, en un claro ejemplo de cómo las marcas pueden evolucionar y mantenerse relevantes sin perder su esencia.
Éste otoño Donatella hace un guiño a las olimpiadas, los recortes y siluetas mini ganan sofisticación, y destacan la mezclas de bordados con piezas tipo sastre.
Se trata de prendas clean y actuales que pasan por lo boxy y lo oversized sin perder el impacto y osadía característicos de la maison, aptas para acompañar de día y de noche a una mujer que no necesita recurrir a la sexualidad para expresar su poder y confianza, pues ella es una fuerza en sí misma.
Fotos:NowFashion.