Cuando de shorts se trata, tengo dificultad para encontrar el fit correcto. Sin embargo, he aprendido que tienen que quedar un poco sueltos para lucir bien y ser cómodos al mismo tiempo. Así que no sean perezosas como yo y dediquen tiempo a probarse varios modelos hasta encontar el par perfecto.
Como les conté, estos fueron una mala compra de la que me arrepiento totalmente. Pero en vez de tirarlos, me obligo a inventar maneras de usarlos que sean classy, not tacky. Nada que unas sandalias de tirantes en velvet no resuelvan.
Estos tacones tienen una versión más alta en rosado preciosa, y he de decir que la vendedora estuvo a punto de salirse con la suya y venderme los dos, pero al final decidí ser fuerte y me decanté por la versatilidad del burdeos, que además añade un toque de glamour.
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