Algunas stylistas sufren lo que Eva Cheng llama “fashion phobia” cuando de jeans se trata ya que fácilmente pueden caer en el terreno de lo aburrido y predecible. Yo los amo pero no siempre fue así: recuerdo que mis primeros jeans tenían texturas tipográficas en las rodillas (no tengo claro si me los compró mi mamá o eran parte del uniforme que nos daban en preescolar) pero todo el mundo los usaba y yo odiaba eso. No volví a usar jeans durante años.
A los 12 hurgando en el clóset de mi tía encontré un par genial con cierres en los tobillos y ahí comenzó el amor. Ya usé jeans con parches, jeans con paneles de colores,ripped jeans y hasta unos sin líneas de costura visibles, una prueba más de que la publicidad puede venderte casi cualquier cosa. Hoy si sólo pudiera usar un tipo de jeans -más bien cualquier tipo de pantalones- definitivamente elegiría unos oscuros ya que puedes crear infinidad de atuendos con ellos y verte diferente siempre, todo depende de cómo y con qué los uses.
Cuando vi esta camisa supe que tenía que ser mía: el tono es perfecto y no tiene demasiados detalles, lo que la hace muy versátil. Mantuve el look sencillo con un collar de cadena.
Ya hablé de estos zapatos en mi about page, deben tener 30 años o más y al ser hechos a mano uno es ligeramente más pequeño que el otro pero aún así camino bien con ellos. Cuando era pequeña soñaba con crecer sólo para poder usarlos. Son mi posesión más preciada.
Los jeans están de moda y muchas ya superaron la fobia pero trendy o no son un básico infaltable en nuestro guardarropa.
